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| Abraham Lincoln |
En un principio se pensaba que los líderes nacían con unas características que eran innatas a ellos, es decir nacían con un “don” de gentes o dones de grandeza. Estas personas nacían para liderar y revolucionar el mundo.
La concepción cambió, para pasar a un liderazgo carismático que aunque la persona no naciera con ciertas habilidades o destrezas eran posibles adquirirlas con experiencia, leyendo o tomando un curso. En estas épocas una persona no era líder si no era alguien extrovertido.
Pero los últimos estudios y tratados acerca de los líderes más importantes del mundo han dado cabida en la nueva teoría del liderazgo personal. La realidad es que no todo líder es semejante o cumple una serie de características comunes para llegar a ser líderes. El autentico liderazgo es único y diferenciador de acuerdo a la persona, una formula no puede servir a todos.
Un estudio de la Harvard Business Review afirma que así como los líderes extrovertidos tienen ciertas habilidades o facilidades, así también las poseen los líderes introvertidos.
Un líder introvertido puede ser una gran ventaja para la organización cuando esta cuenta contrabajadores proactivos y motivados por su organización o puesto de trabajolíder introvertido escucha con atención, muestra más recepción frente a los mensajes y propuestas de los seguidores, generando una mayor empatía con estos. Mientras tanto en este tipo de entornos un líder extrovertido puede sentir amenaza frente a seguidores comprometidos, proactivos.
La investigación mostró que normalmente los líderes extrovertidos se encuentran en entornos en los cuales los seguidores no son proactivos.
Por generar un ambiente de proactividad y de apoyo, los líderes introvertidos tienen facilidad de trabajar con personas más capaces y efectivas, sin causar celos o molestias. Lideres Extrovertidos y empleados proactivos pueden causar una receta peligrosa para la organización.
Grandes líderes introvertidos de la historia son Abraham Lincoln, Gandhi, Martin Luther King, Bill Gates, Maria Teresa de Calcuta, Warren Buffett y Charles Schwab.
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